¿ Alguien se ha parado a pensar en los miedos el embutido? A que no.
Si lo pensamos un momento, es triste que para que nosotros disfrutemos de los embutidos, ellos tienen que pasar un pánico horrible.
De pronto ven como de estar dentro de un animal pasan a que se les martirice dándoles diversas formas y metiéndoles en unas camisas de fuerza de las que no pueden escapar. Llega un momento en que se relajan después de pasar por ese trauma, visto que se encuentran en una gran habitación con otros amigos a los que les han torturado de la misma manera. Se cuentan cosas acerca de cómo han llegado hasta allí, y así van pasando los días hasta que de nuevo les llega la incertidumbre, al ver como los separan a algunos de ellos y los meten dentro de un recipiente, que a su vez es transportado en el interior de algún camión.
Se convencen de que les van a dar un paseo y de que por fin los van a dejar libres, pero cual es su sorpresa, cuando de nuevo se encuentran en otra habitación llena de luces y, con mostradores. Pero esta vez hay mucho más ambiente y además a todos ellos les han puesto sus mejores galas y además les han puesto unos números, que ninguno entienden lo que significa. Y vuelve a pasar lo mismo se acostumbran y hacen nuevos amigos, aunque de vez en cuando ven como algunos de ellos van mermando y lo achacan a un bajo estado de forma.
Un buen día llegan a un sitio cálido, con voces desconocidas y materias primas diversas, y a todos ellos los tienen metidos en un sitio en el que hace muchísimo frio, y de repente llega el momento en que no entienden porque hay una máquina que hace un ruido atroz, que no les gusta nada y que además corre mucho sin moverse del sitio. ¡Qué angustia!
Se van dejando en el camino momentos inolvidables junto a sus seres queridos y se van preguntando: ¿a dónde iré ahora?
Para todo aquel que disfrute con el embutido. Ellos también tenían sentimientos.
Lucy y una tarde en la cocina
Hace 13 años
1 comentarios:
Jo! Eres malo Óscar, se me han quitado las ganas de comer embutido!!!
Un beso,
Fdo. Mónica Fernández
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