Las colas

miércoles, 3 de marzo de 2010
Es curioso, pero tengo el convencimiento de que a todos les ha pasado alguna vez y sabrán muy bien a que me refiero con lo que les voy a contar.
Todos hemos sufrido interminables colas, para acceder a algún sitio en el que estuviéramos interesados, Cómo estamos bastante tiempo en la misma, nos da por mirar a los demás y examinarlos de arriba abajo. Les criticamos en nuestro interior, pero de lo que estamos muy atentos, es del hecho de que no se cuele nadie. Eso, podría provocar un cataclismo. Todos empezarían a gritar y protestar, con lo que la persona en cuestión, tendría que hacer frente a una situación muy desagradable.
Todo esto, siempre suele pasar de la manera que les acabo de describir, siempre desde el punto de vista de las personas que no están al comienzo de la cola. Pero la cosa cambia, cuando nos encontramos de los primeros en la misma. Todo adquiere una importancia extrema y se hacen marcajes al hombre, casi cómo en el futbol.
El otro día, madrugué para ir a hacer una gestión a la administración y llegué con dos horas de antelación. Era el sexto y estaba bastante contento, si es que se puede estar contento de tener que estar de pie durante dos horas hasta que abran las puertas.
Pero en fin, es lo que hay. Y hay es a donde voy, todos pendientes unos de los otros. La gente va llegando y van pidiendo la vez. Todo marcha bien, hasta que llega el de turno, que no pide la vez y todos nos miramos, con una complicidad, cómo dando a entender con la mirada que si intenta colarse, le linchamos. Luego, mas tarde, después de que haya llegado esa persona, llega otra que si que pide la vez y todo se vuelve a aclarar, pero esto suele suceder unas cuantas veces a lo largo de la espera.
Otro punto a tener en cuenta es el de ir colocándonos al lado de la puerta, de forma que nadie se intente colar por delante de nosotros, pero ahí, es cuando la persona encargada de abrir las puertas, decide que la mejor manera de destrozar todos nuestros esfuerzos por que todo esté controlado, se lo carga, ya que decide abrir una puerta distinta de la que nosotros creíamos.
Otra cosa que se suele hacer durante el rato de espera, es intentar ver por encima de los hombros de las personas que están leyendo el periódico y que nosotros no llevamos, para no tener que andar cargando con más de lo que creemos que podemos tener en las manos. También están los que fuman, que al principio, de vez en cuando, salen a fumar un cigarro, pero cuando se acerca la hora de que abran, aunque falten 45 minutos, estos ya ni se mueven aunque se estén fumando por dentro.
¡Qué curiosas son las colas!

5 comentarios:

The Thinker dijo...

Caramba, visto así el tema de las colas, empieza a dar miedito ponerse a esperar. Casi prefiero ser la persona última así me evito madrugar y tener tantas miradas en mi cogote.
The Thinker

JCR dijo...

Estamos haciendo cola para leer tus nuevas críticas, un saludo Champions league.

TheThinker dijo...

Llevo 4 días esperando la cola, no quería ser la primera de la fila para que no se notase mucho pero continuando con el comentario de JCR esperemos que Oscar salga al quite y agilice la cola de espera de sus artículos. Un abrazo. The Thinker

Anónimo dijo...

pues si.. ja ja ja.. yo creo que las colas deben desaparecer... me gusta más lo del numerito... lo coges, te vas y si cuando vuelves se te ha pasado el turno... coges otro... Ágatha.

Anónimo dijo...

Tendríamos que intentar averigüar la manera de que las esperas en las colas fueran mas amenas, por ejemplo hablando acerca de lo que escribe un tal elquetecuen en sus blogs.
Es broma.
Agatha si lees esto. Aver si puedes meterte en mis otros dos blogs para ver que te parecen las versiones de bolsillo y los cuentos para niños.

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